“A un nivel ligeramente más serio, el mundo moderno líquido se encuentra en un estado de revolución permanente, un estado que no admite las revoluciones excepcionales de ‘acontecimiento singular’ recordadas de la época de la modernidad ‘sólida’. Si todavía se puede hablar hoy de ‘revoluciones’, es retrospectivamente: cuando, mirando atrás, nos damos cuenta de que se han acumulado suficientes cambios pequeños y aparentemente insignificantes para producir una transformación cualitativa, no sólo incremental, en la condición humana. Desprovista de los referentes prístinos, la idea de ‘revolución’ se ha trivializado: escritores y publicitarios la usan y abusan de ella diaramente al presentar cualquier producto ‘nuevo y mejorado’ como ‘revolucionario’.”Zygmunt Bauman – El arte de la vida
Uno de los tantos parágrafos interesantes que voy encontrando en el libro de Bauman. Me cuesta entender cuando Bauman habla de que no se admite las revoluciones excepcionales de acontecimiento singular recordadas de la época de la modernidad sólida. Le encuentro varios significados a esta afirmación. Pero a pesar de ello, me gusta la última frase que concluye con el abuso y la trivialización actualmente de la palabra revolucionario. Totalmente de acuerdo.
Con “las revoluciones excepcionales de ‘acontecimiento singular” de la edad moderna Bauman se refiere a acontecimientos como la Revolución francesa o la rusa, momentos en que se acumulan las transformaciones tras siglos de inmovilismo.