No te puedes imaginar la cantidad de personas que están solas…
ya lo, se – le respondió el ratoncito sin dejar de incar el diente en el sabroso desayuno
la señora continuó – …y cómo están privadas de libertad a pesar que creen que estando solas tienen más libertad
En ese momento, el ratoncito separó sus dientes del queso, levantó su cabeza y mirando a la señora le preguntó: – ¿Y por qué no tienen más libertad?
Porque se encierran, y su mundo se les hace muy pequeño, tanto que la libertad no tiene razón de ser. – respondió contundéntemente la señora
El rantoncito dejó caer el queso, sin dejar de mirar a la señora balanceó su cabeza y en un abrir y cerrar de ojo volvió a su agujero.
Juer, m’has tocat fondo… GENIAL!!! BRUTAL!!! M’ENCANTA!!! i lo “pitjor” que és tan cert el que dius allí.
:*
Molt bó Lluís, me l’apunto.
Records!
Aparte de queso, un poco de poesía para el ratoncito y la señora:
“Para saber de amor, para aprenderle,
haber estado solo es necesario.
Y es necesario en cuatrocientas noches
-con cuatrocientos cuerpos diferentes-
haber hecho el amor. Que sus misterios,
como dijo el poeta, son del alma,
pero un cuerpo es el libro en que se leen.”
Jaime Gil de Biedma, “Pandémica y celeste” (Las personas del verbo)
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Montse, més que ho digui jo, és una realitat palpable. I no podem donar l’esquena i tancar els ulls, ni per la gent que ara ho està ni perquè en un futur nosaltres també podem estar en situació de estar-hi.
petons
Marc,a vere si un dia el meu ratonet i el teu Bunny es troben en algun article i foten un post antològic.
records,
Rosa, m’agrada molt el comentari.No coneixia aquest autor.Ja saps que penso dels 400 cosos…, que son molts…!
petons,