El lunes pasado, vi el comienzo del Agora (programa de debate de
TV3) que entrevistaba a
José Zaragoza, actual secretario de organización del
PSC. La entrevista estaba centrada en la trama de corrupción entre cargos políticos y empresarios del
caso Pretoria.En un momento del programa, hubo una respuesta del Sr. Zaragoza respecto a qué deben hacer los partidos en una situación de corrupción, que me hizo reflexionar en el funcionamiento general de los mismo partidos:
¡ver en mi móvil!(José Zaragoza)”[…] sino es que al final aquí se confunden las cosas. Un partido político, primera cosa respectar la presunción de inocencia de las personas. Segunda cosa, defender el buen nombre de las instituciones. Tercera cosa, tomar medidas rápidas, contundentes y claras en estas situaciones para que el ciudadano recuperen la confianza en el sistema democrático.
Lo que no podemos hacer es de jueces, y lo que no podemos hacer es condenar a la gente que no está imputada. Yo es lo que intento explicar con mucha claridad,
no haremos nosotros lo que los jueces no hacen.
(Xavier Bosh, presentador) – Está claro, ahhh [siguiente pregunta][…]”
En negrita las dos frases por las que me interesé especialmente: “Lo que no podemos hacer es de jueces” y “no haremos nosotros lo que los jueces no hacen”. Bueno, no me parece mal, parece una reafirmación de la independencia de poderes. Lo interpreto como que solo la justicia puede impartir justicia, no? ¿Pero no encierra esta afirmación una carencia de sentido común?
Un partido político, es una organización y como en toda organización tenemos unos líderes con poder y/o autoridad (que no es lo mismo). Estos líderes, normalmente con un rol directivo, ¿no tienen la obligación de juzgar a los miembros de su equipo constantemente para tener el mejor grupo de trabajo posible? Ahh… juzgar…. pero Sr. Zaragoza, ¿usted dice que no se puede hacer de jueces?… ¡Constantemente hacemos de jueces! y si tenemos en nuestro equipo a alguien que no cumple con su trabajo (por rendimiento, compromiso, actitud, aptitud pero porque no, por ética) debemos actuar, y si hace falta con una denuncia a la autoridad competente. Y se debe actuar lo antes posible – aquí es lo que pongo en duda en el funcionamiento de general de los partidos – y no esperar a que un adversario o algún estamento con más poder saque los colores no solo a un partido sino a parte de la clase política.
Por cierto, en la entrevista curioso ver como la autoridad del entrevistado se impone al poder del entrevistador. Y es que al final de la respuesta de José Zaragoza, Xavier Bosch claudica ante él con un no convencido pero indiscutible “Está claro”