Son unas plantas acuáticas que estaban en una pequeña charca de Funes (Navarra) en el antiguo cauce del río Arga. Tras un paseo por los alrededores de este puebecito tomamos un descanso al borde de la charca y comenzamos a hablar de los caballos de pura sangre. Entre tanto tecnicismo y glamour observaba a la vez la naturaleza. Simpre allí, a su ritmo, un ritmo muy diferente al de los humanos, sin descanso, la naturaleza sigue su ciclo.Me descuelgo un poco de la conversación y realizo unas fotos con un enfoque difuso a algunos de los elementos de ese escenario. como son estas plantas acuáticas que salen a la atmosfera rompiendo la tensión superficial del agua.
Me las imagino a estas plantas cada mañana cuando aparecen los primeros rayos de sol como se ven de coquetas reflejadas allí, como si de un pequeño tocador se tratara.
La naturaleza nos habla y me topo con estas palabras de Víctor Hugo:
“Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no escucha”
Descripción
La fotografía es una foto original mía:
- “Els reflexos” (#100010/000001)
Para el cuadro, un marco color madera (32,5cm x 42,5cm) con un fondo de papel blanco satinado de 250g que aporta elegancia y nobleza junto al marco.
Este es el resultado:

Esta fotografía ya ha sido adjudica pero continuamos haciendo más y más.
Es preciosa Lluis. Yo puedo imaginar los sitios en los que he estado y es como si estuviera ahí. Así que ahora visito el cauce de la madre vieja: oscuridad a estas horas, pero belleza en lo oculto, brasa entre ceniza.